Conductas inapropiadas en retiros de colegios, trabajos voluntarios de estudiantes secundarios y universitarios y hechos ocurridos en el marco del Sacramento de la Confesión, zanjaron la expulsión del sacerdote de la Compañía de Jesús. Por orden del Vaticano, además, se le prohibió el ejercicio público del sacerdocio y todo contacto pastoral con menores de edad durante un período de 10 años.